No hay vida eterna ni recursos naturales inagotables. El medio ambiente configura una gran parte de la existencia de los seres humanos, por lo que la extinción de la naturaleza implicaría la finitud de la vida.
Parece simple decir que con el uso moderado de los recursos todo está bajo control, pero es más complejo de lo que creemos. Así lo pinta el panorama mundial, en el que los habitantes generan alrededor de 5.5 millones de toneladas de desechos diariamente, de acuerdo con datos del Banco Mundial.
Los optimistas dirían que basta con dejar de generar basura, lo cual resulta casi imposible en un mundo basado en el consumo y la adquisición de bienes y servicios.
El mismo estudio revela que se espera que los desechos globales crezcan a 3 mil 400 millones de toneladas para 2050, más del doble del crecimiento de la población en el mismo período.
Vivir rodeados de basura no es una opción, pero sí lo es el planteamiento de soluciones adaptadas al ritmo de vida de este siglo, en el que predomina la inmediatez, la hiperconectividad y el consumismo.
Una economía circular es un modelo que se alinea a estos principios, con los cuales tanto las personas como el medio ambiente resultan beneficiados. A continuación te explicamos por qué.
¿Qué es la economía circular?
El modelo de la economía circular propone un ritmo de vida humano paralelo al ciclo de vida de las especies naturales, en el que se nace, crece, reproduce y muere, pero no concluye ahí, sino da origen a nuevos organismos a partir de los residuos de la especie que cumplió su ciclo.
Trasladado al entorno productivo, esto implica la reutilización de los desechos generados por las personas para la creación de nuevos productos, con el objetivo de minimizar los efectos negativos en el planeta, como el efecto invernadero y las emisiones de CO2 en el ambiente.
Algunas acciones como la gestión de residuos, la utilización de energías renovables y la reutilización de materiales, favorecen significativamente el impacto ambiental y la huella de carbono.
Un informe de la brecha de la circularidad indica que con la economía circular se podrían reducir, hasta un 39 por ciento, las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). El mismo estudio plantea que para entender el verdadero impacto y sus alternativas, hay que comprender de dónde vienen: de la producción y transportación humana.
Beneficios de la economía circular
Como ya lo mencionamos, la principal ventaja de la adopción de una economía circular es la reducción de gases de efecto invernadero. Consigo está un incremento en la esperanza de vida de la población, al incentivar el cambio en el estilo de las personas, desde la alimentación hasta su elección en los medios de transporte.
A su vez, favorece directamente la economía en todos su niveles, al basar la producción en residuos y desechos generados por el propio individuo. Lo que está ligado a mayores fuentes de empleo y una posición competitiva frente a los mercados globales.
Ejemplos de economías circulares
La economía circular se ha adoptado en grandes y pequeñas empresas, lo cual impacta en diferentes niveles. A nivel global, por ejemplo, la marca de productos deportivos Nike, ha creado líneas de ropa y zapatos generados a partir de residuos sólidos.
Gracias a estas prácticas se han reducido 0.5 millones de toneladas de emisiones de GEI mediante el uso de materiales amigables con el medio ambiente, equivalentes al uso de 110 mil automóviles de la carretera durante un año.
A menor escala, se encuentran las cooperativas conformadas por campesinos mayas de las comunidades de la Península de Yucatán, cuyos productos comercializados provienen de 25 mil hectáreas de tierras gestionadas sosteniblemente por los pobladores y familias de dicha área geográfica.
Ambos ejemplos son una muestra de economía circular en la que, tanto el medio ambiente como los habitantes, se ven beneficiados por la actividad económica generada a partir de su acción.
3 tendencias de economía circular en 2023
Las tendencias en economía circular están ligadas al uso de la tecnología, que potencia y facilita la aplicación de los principios de este modelo. La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una excelente aliada, al acelerar los procesos que intervienen de principio a fin.
1. Generación de recursos a partir de desechos
La marca danesa de zapatos WAIR es un ejemplo de economía circular enfocada en la generación de recursos a partir de desechos. Para comercializar su producto —zapatos de materiales sostenibles y veganos— recolecta ropa de uso final para la composición del calzado.
Las suelas están hechas de caucho ecológico y los cordones de algodón reciclado. Cuando están a punto de ser desechados la marca los recolecta nuevamente para la fabricación de nuevos productos.
2. Productos de base biológica
El uso de energías renovables es una de las acciones que tendrán un impacto positivo en el medio ambiente y forman parte del modelo de economías circulares.
Por ejemplo, el 19 por ciento de los ejidos de la Península de Yucatán, que pertenecen a las cooperativas de Selvas y Solares, cuentan con un programa de manejo para usar y aprovechar sosteniblemente sus selvas, alcanzando con ello el mantenimiento y conservación de 440 mil hectáreas de selva manejadas.
3. Clasificación de los residuos con Inteligencia Artificial
Los esfuerzos humanos por separar los residuos para una mejor gestión, no son suficientes. De ahí el nacimiento de la marca RECYCLEYE, un sistema de clasificación de residuos automatizado que detecta a través de visión de IA el tipo de material, objeto o marca del desecho.
Ahora que conoces algunas de las tendencias de economía circular que marcarán los modos de vida y consumo del futuro, te invitamos a que contribuyas con este modelo desde lo individual.
Acciones simples como la minimización de medios de transporte con combustión de energía, la separación de residuos en tu hogar y la compra de productos de origen sustentable, como los que puedes encontrar aquí, son un primer paso para la transformación.
