Es una realidad que dos cabezas piensan mejor que una, pero cuando esto se multiplica exponencialmente los resultados pueden ser inesperados.
Desde niños aprendemos a jugar en equipo para alcanzar la victoria en conjunto y, con el paso del tiempo esto se inculca en las escuelas así como en las empresas, con la finalidad de alcanzar mejores resultados en el ámbito profesional.
El trabajo en equipo no es otra cosa sino el sinónimo de la economía solidaria que, a grandes escalas, beneficia a las sociedades del mundo y cuya aparición, a principios del siglo XIX, devino de un movimiento obrero que exigía mejores condiciones laborales.
Después de 200 años, esta red de colaboración sigue vigente y se manifiesta de distintas maneras. Una de ellas son las cooperativas y organizaciones que comercializan productos y servicios bajo un enfoque humano, contrario a las condiciones laborales planteadas durante la primera Revolución Industrial.
Por lo tanto, las implicaciones de la economía solidaria en México son de vital importancia y en este artículo te explicaremos en qué consiste, sus características y algunos ejemplos de cooperativas que trabajan bajo este principio.
¿Bajo qué principios se rige la economía solidaria?
Los bajos salarios, las incidencias del trabajo en la salud mental y el agotamiento —también conocido como burnout— son algunas de las razones por las que las generaciones consideradas dentro del grupo Gen Z y Millennial, dejaron sus trabajos en los últimos dos años. Esto de acuerdo con un estudio realizado por Deloitte a más de 14 mil jóvenes pertenecientes a dichas generaciones respectivamente.
Pese a la distancia temporal entre este grupo de jóvenes y los obreros del siglo XIX, el panorama laboral no es muy distinto entre sí. Las inconformidades dentro de las empresas e instituciones persisten y los colaboradores siempre van en busca de mejores condiciones para vivir dignamente.
En ese sentido, la economía solidaria apela a sociedades colaborativas para la producción de bienes y servicios, a partir de un conjunto de valores como la solidaridad, transparencia y responsabilidad.
Sólo así es posible distribuir democráticamente los recursos generados por las comunidades sin poner en riesgo su integridad física y mental.
¿Cuál es la importancia de la economía solidaria?
La economía solidaria está asociada a otros movimientos, como el Comercio Justo que parte de un conjunto de valores para el intercambio de productos y servicios elaborados bajo condiciones de trabajo dignas. Ambos conceptos buscan la transformación social sostenible y democrática.
Los mayores beneficiados son los habitantes de las comunidades que la practican, quienes pueden hacer uso de los recursos naturales para obtener las materias primas de sus productos sin alterar los ecosistemas. Esto permite ponerlos al alcance de los consumidores sin la necesidad de intermediarios o grandes compañías.
De esta manera, sus productos son comercializados a precios justos, es decir, con una ganancia proporcional a los gastos de producción bajo entornos de trabajo seguros y amigables con el medio ambiente.
¿Qué hay de la Ley de la economía solidaria?
A nivel gubernamental, la economía solidaria es considerada como un pilar del país y el desarrollo social, por lo que se han establecido leyes para respaldar su cumplimiento.
Es así que, en el año 2012, la Cámara de Diputados publicó la Ley de Economía Social y Solidaria en el Diario Oficial de la Federación, con el objetivo de establecer mecanismos para el fomento del trabajo digno.
Además, la economía solidaria es referida en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, e indica que este sector está conformado por: ejidos, comunidades, organizaciones de trabajadores, sociedades cooperativas, empresas lideradas principalmente por trabajadores y cualquier otra forma de organización social que fomente la producción de bienes indispensables para el individuo.
Tipos de economías solidarias
Como lo indica la Ley de Economía Social y Solidaria, las organizaciones no gubernamentales, las sociedades cooperativas, comunidades, entre otros, integran la economía solidaria en México.
Sociedad cooperativa
Una sociedad cooperativa está conformada por un conjunto de personas que comparten intereses y gustos en común para alcanzar un fin, ya sea la obtención, producción o ahorro de bienes y servicios.
Como ejemplo está Selvas y Solares, una iniciativa que reúne cooperativas locales de la Península de Yucatán para la producción y comercialización de productos provenientes de sus territorios, como la miel multiflora y el carbón vegetal. Sus integrantes estan rodeados de una abundante reserva natural que se favorecen a través de una práctica comercial justa.
Organización no gubernamental
Las organizaciones no gubernamentales son un tipo de economía solidaria que busca el beneficio social sin fines económicos. La justicia, los derechos humanos y la educación son algunos de los enfoques que las constituyen y difunden, mediante acciones concretas para la atención de problemáticas sociales específicas.
Fundación
Una fundación es una organización que tiene como propósito ayudar al cumplimiento de las necesidades sociales, mediante la recaudación de fondos provenientes de distintas instancias privadas, de la misma comunidad o, incluso, algunas que cuentan con patrimonio propio para la ejecución autónoma de acciones.
Algunos ejemplos de fundaciones son la Fundación Carlos Slim, Microsoft (PE), FEMSA (FE), entre otras.
En conclusión, cualquier tipo de economía solidaria en México trae consigo una transformación social que repercute en el desarrollo económico del país o de una comunidad. Sin importar su dimensión, puede impulsar el cambio hacia mejores oportunidades y condiciones de vida de quienes la habitan.
Ahora bien, la pregunta que surge es ¿cómo puedo apoyar? En Selvas y Solares, creemos que es realmente importante cuestionarnos la forma y los productos que consumimos, por ello te invitamos a visitar nuestra web para conocer un poco más sobre este tipo de iniciativas.
