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Todo sobre la Ley de la Economía Social y Solidaria en México

De acuerdo con un análisis realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las mujeres ganan 19.2 por ciento menos que los hombres en un mismo empleo.

Esto trae repercusiones económicas importantes ya que, de existir condiciones laborales equitativas, el producto interno bruto (PIB) podría elevarse hasta un 15 por ciento, al sumar 8.2 millones de mujeres a la economía formal del país hacia 2030.

Por más imposible que parezca, existen alternativas capaces de minimizar el impacto de la desigualdad laboral; la economía solidaria  es una de ellas. Por si no lo sabías, este concepto es parte de la ley que nos rige y el gobierno tiene la responsabilidad de establecer condiciones para su cumplimiento.

En este artículo, hablaremos acerca de la Ley de la Economía Social y Solidaria en México, los participantes involucrados en su ejecución y las ventajas que trae consigo al desarrollo de las sociedades.

¿Qué es la ley de economía social y solidaria?

La Ley de Economía Social y Solidaria en México es un mecanismo legal que contribuye al crecimiento de la economía desde fuentes de trabajo digno, igualitario y transparente.

Algunos de los principios que la fundamentan son:

  • Autonomía e independencia de la política y religión.
  • Autogestión del trabajo.
  • Principal interés por la comunidad.

Los encargados de ejecutarla son las sociedades cooperativas, las comunidades, organizaciones de trabajadores o cualquier forma de organización que tenga por objetivo la producción de bienes o servicios socialmente necesarios.

¿Cuáles son las ventajas de la Ley de la Economía Social y Solidaria?

La aplicación de la Ley de la Economía Social y Solidaria tiene varias ventajas, entre las que destacan:

  • El reparto equitativo de las ganancias generadas a partir de la producción de bienes y servicios necesarios.  
  • Salarios dignos.
  • Condiciones de trabajo igualitarias.
  • Seguridad social.
  • Protección al medio ambiente y los recursos naturales.
  • Transparencia en los recursos utilizados.

Por otra parte, una de sus desventajas es que la principal fuente de recursos proviene de la acción ejecutada por los miembros de la organización o sociedad conformada, por lo que el retorno de inversión puede verse reflejado a mediano o largo plazo, acorde a cada caso.

Asimismo, a diferencia del capitalismo —en el que la fuente de ingresos proviene de un pequeño grupo de personas o inversores entre quienes se distribuyen las ganancias con principal beneficio en los líderes de la organización—, la economía solidaria pretende descentralizar los recursos económicos, poniendo por encima el lado humano de los colaboradores.

El poder de transformación de la economía social y solidaria

Pareciera que la aplicación de la Ley de la Economía Social y Solidaria ya es parte de la realidad de todos, sin embargo, las estadísticas indican lo contrario.

Un estudio realizado por Oxfam indica que 252 hombres del mundo concentran más riqueza que los mil millones de mujeres y niñas de África. Además, alrededor de la mitad de la población mundial subsiste con menos de 5 dólares al día, lo cual ya se considera pobreza.  

Los datos son alarmantes, más aún al saber que existen marcos normativos que deben garantizar condiciones de trabajo igualitarias y dignas.

Pese al panorama desalentador, la economía solidaria existe y hay casos de éxito que demuestran su poder de transformación en diferentes regiones del mundo.

Casos de éxito de la economía social y solidaria

La Península de Yucatán es una región naturalmente rica y diversa, de la cual pueden aprovecharse una infinidad de recursos para el bienestar de las comunidades que la habitan. En un escenario controlado por una empresa capitalista, los territorios serían explotados sin transparencia con los propietarios.

Además, es posible que no se tomen las medidas necesarias para la salvaguarda de los ecosistemas. En poco tiempo esto podría desencadenar repercusiones graves al medio ambiente y una posible extinción de la principal fuente de ingresos de los campesinos.

Pero, bajo la aplicación de la Ley de la Economía Social y Solidaria, los pobladores serían los principales beneficiados, al obtener una ganancia proporcional y directa, sin poner en manos de otro el tratamiento de los recursos naturales. A la vez que incrementarían el flujo económico, ya que ellos serían el vínculo directo con los clientes finales, sin intermediarios.

Una muestra de ello es la Plataforma de Cooperación Comercial (PLACCO) que, a través de nosotros, acompaña a los campesinos de Yucatán durante el proceso de producción y comercialización de productos orgánicos, de modo que los habitantes de estas regiones controlan el proceso de principio a fin.

Súmate al fortalecimiento del trabajo digno

Existen muchas otras organizaciones y cooperativas conscientes de la importancia de la ejecución de la Ley de Economía Social y Solidaria.

Por ejemplo, la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO) en América Latina reúne a más de 60 organizaciones certificadas basadas en los valores de la economía solidaria y el Comercio Justo.  

Parecen pocas al pensar en la cantidad de habitantes a nivel global. Sin embargo, el trabajo es persistente y los esfuerzos no sólo dependen del gobierno mediante la creación y aplicación de las leyes, sino también de los individuos que crean y apoyan iniciativas más equitativas. Visita nuestra página para conocer cómo puedes sumarte a este movimiento.

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