La producción y el consumo responsable cobran mayor relevancia, hoy en día, a partir de las graves repercusiones que trae consigo el consumo excesivo, entre ellas el deterioro ambiental y la desigualdad laboral entre los trabajadores.
Tan sólo en México, la brecha salarial refleja la inequidad de las condiciones laborales entre ambos géneros.
Un estudio efectuado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), reveló que la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres es del 14%; mientras un hombre recibe 100 pesos, una mujer obtiene 86 pesos. Las diferencias varían de acuerdo a cada sector y las organizaciones empleadoras.
A esto se le suma el impacto ambiental de las empresas durante sus procesos de fabricación. Como ejemplo está la industria de la moda, una de las mayores contaminantes a nivel global por la cantidad de combustibles fósiles requeridos para la elaboración de textiles.
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la moda genera el 10% del dióxido de carbono de todo el mundo. Además, de una quinta parte de las 300 millones toneladas de plástico producidas cada año, principales fuentes de contaminación de los océanos.
Sumado a esas problemáticas se ligan otras de gran complejidad, como la pobreza y el hambre. Con una de ellas debería bastar para transitar hacia la producción y el consumo responsable, pero aún queda mucho por hacer para mejorar las condiciones de vida en el planeta.
Es por eso que en este artículo te explicamos la importancia e impacto de la producción y el consumo responsable en nuestro día a día.
Consumo excesivo Vs consumo responsable
El consumo excesivo no sólo está en el hecho de comprar una gran cantidad de productos, sino en los recursos naturales implicados en su producción.
Para entender la diferencia entre el consumo excesivo y el consumo responsable continuemos con el ejemplo de la ropa, una de las industrias que genera grandes cantidades de contaminantes y desechos.
Casi todas las prendas fabricadas a escala global están hechas de poliéster, un derivado del petróleo sometido a altas temperaturas para la formación de hilo y el tejido de telas. Las cifras indican que el mercado global de hilo de poliéster está en aumento y en diez años pasará de 106 mil millones a 174.7 mil millones.
Este es un indicador que las marcas de ropa también incrementarán el uso de este plástico y, por ende, las emisiones contaminantes a partir de la producción de ropa. Marcas como Shein lanzan al mercado líneas de ropa con el 95% de las prendas hechas a base de un polímero dañino al medio ambiente.
Por su parte, está la opción de una producción y consumo responsable, donde las empresas son conscientes del origen de la materia prima y la huella ambiental que generan, reduciendo al mínimo los desechos y agentes contaminantes durante sus procesos.
En México existen marcas de ropa sustentables, como Zaavia, que toma como materia prima las hojas de palma para el tejido de las prendas sin la intervención de ningún tipo de plástico. Cada una de ellas está elaborada por artesanos del estado de Guerrero, con base en un modelo de negocio justo.
¿Cómo fomentar el consumo responsable?
Resulta imposible cambiar de un día a otro los hábitos de consumo de los 7 mil 900 millones de habitantes del planeta, pero las acciones pequeñas y continuas son el primer paso para lograrlo.
La sostenibilidad es una excelente alternativa para impactar positivamente en las sociedades, e implica varios cambios en los modelos de producción:
- Extraer las materias primas de recursos renovables o reciclados.
- Producir a partir de la mano de obra local y el uso de energías limpias, como la eólica o solar.
- Proveer condiciones de trabajo justas e igualitarias, con jornadas de trabajo no mayores a ocho horas y salarios equitativos.
- Crear soluciones innovadoras que motiven el consumo responsable de las personas.
- Poner al alcance de los consumidores la información sobre el origen y procedencia de los productos elaborados.
- Ofrecer precios justos en relación a los costos de producción.
Iniciativas de consumo responsable
De acuerdo con un estudio de SAP, el interés de las empresas en México por la sostenibilidad creció un 25% respecto al año anterior, sin embargo aún quedan muchos huecos para adoptar un modelo de economía circular completamente sostenible.
Entre los principales obstáculos que frenan a las organizaciones, es un rápido retorno de inversión (ROI), pero algunas cada vez son más conscientes de que mediante el uso de nuevas tecnologías y un replanteamiento de las estrategias, alineadas a los objetivos, el camino está más próximo a la meta.
En Selvas y Solares creemos que la producción y el consumo responsable son posibles, por eso sabemos que es importante impulsar a las cooperativas campesinas productoras, que obtienen las materias primas mediante una relación amigable con el entorno y la protección de sus comunidades.
Finalmente, para lograr una producción y consumo responsable existen muchos agentes involucrados, desde los campesinos de las comunidades que le dan tratamiento a los recursos naturales de los que se obtiene la materia prima, hasta los consumidores que eligen los productos con la conciencia de su origen y el destino final que tendrán al final de su uso o consumo.
Todos tenemos un papel importante en la transición hacia un mundo sostenible. Si te interesa participar, conoce nuestra oferta de productos naturales.
