Cuidar el planeta tiene un común denominador con el cuidado del cuerpo: la vida. Para que ésta se propicie se necesitan varios elementos que, en términos generales, se reducen a tres cosas: la realización de actividad física, la activación de la mente y una alimentación balanceada.
El balance es necesario en todos los ámbitos pero, en el consumo de alimentos, resulta vital para mantener un estilo de vida saludable, libre de enfermedades y padecimientos de cualquier tipo.
Desafortunadamente, nos encontramos en un momento crítico en cuestiones de seguridad alimentaria, debido al número de personas afectadas por el hambre —entre 720 y 811 millones en todo el mundo de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)—, problema que instituciones y organizaciones gubernamentales buscan resolver.
Pese a ello, el hambre no es el único riesgo de seguridad alimentaria, sino también una mala alimentación y la falta de acceso a dietas saludables. La FAO estima que éstas se encuentran fuera del alcance de 3 mil millones de personas en todas las regiones del mundo, a causa de la desigualdad económica y la falta de acceso a productos de calidad nutrimental.
Entre las soluciones se encuentra el fortalecimiento de los sistemas de producción de alimentos naturales y sostenibles que, además de ayudar a contrarrestar el cambio climático, también favorece los bolsillos de los consumidores.
Es por eso que en este artículo haremos mención de 10 ejemplos de productos naturales y los beneficios de su consumo en la salud humana.
Beneficios de los productos naturales
Los beneficios de los productos naturales se encuentran en todos los niveles y etapas, desde lo individual hasta lo colectivo y desde la infancia hasta la vejez, sólo hay que aprender a identificarlos y usarlos a nuestro favor.
En lo individual, los productos de origen natural reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, cáncer, colesterol alto y presión arterial elevada. Además, muchos de ellos tienen el potencial de minimizar el gasto de los consumidores y elevar la calidad de sus ingredientes, al provenir de entornos locales basados en el ejercicio de un comercio justo.
A nivel colectivo, los productos naturales incrementan la esperanza de vida en las sociedades. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que ésta ha aumentado considerablemente en los últimos 90 años. En 1930 las personas vivían un promedio de 34 años mientras que, en 2019, alrededor de 75 años.
Además, el consumo de productos naturales impacta positivamente en el cambio climático y la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Tan sólo la industria de alimentos aporta 10 mil millones de toneladas de emisiones de GEI en el planeta, convirtiéndose en la tercera más contaminante a escala global, esto según datos del Informe de Brecha de Circularidad Global (GAP).
Criterios para definir un producto como natural
La industria de alimentos es gigantesca, lo cual se convierte en un arma de doble filo para los consumidores. La oferta es mayor, pero también la desinformación respecto al surgimiento de nuevas marcas y productos con leyendas que engañan a simple vista.
Las etiquetas de “orgánico”, “ecológico”, “biológico” y “sintético” detonan la existencia de productos naturales, ya sea en sus ingredientes o procesamiento. Pero para comprobar que esto sea cierto es necesario verificar la composición total del alimento y los sellos o certificaciones oficiales que lo validan.
Las mermeladas hechas a base de fruta natural son un ejemplo de productos naturales que, por la naturaleza de su ingrediente principal se nombran de esa manera. A pesar de ello, no significa que estén libres de conservadores o aditivos durante su procesamiento, lo cual podría romper con la pureza del producto final.
Tipos de productos naturales
Un producto natural puede considerarse así al provenir de algún animal, planta, mineral u organismo vivo, libre de químicos, conservadores, pesticidas y organismos genéticamente modificados. A su vez, estos se dividen en dos tipos: de origen vegetal y animal.
Productos naturales de origen vegetal
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- Miel
La miel es un producto natural proveniente de distintas especies de abejas, como la Apis mellifera. Antes de comprarla verifica que no contenga aditivos, como azúcares añadidos o jarabes de glucosa.
La miel de las cooperativas que integramos en Selvas y Solares es un ejemplo de productos naturales, al ser extraída de las abejas de la Península de Yucatán sin atravesar por procesamientos que alteren el medio ambiente y su composición original.
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- Verduras
Los vegetales son una fuente rica de fibra, vitaminas y minerales. Muchas de ellas pueden comerse crudas o cocinadas, lo cual favorece la absorción de nutrientes. Cómelas como más te gusten.
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- Frutas
En México contamos con una riqueza floral impresionante, de la que provienen la mayoría de las frutas acorde a la temporada del año, como plátanos, manzanas, peras, melones, duraznos, fresas, frambuesas, entre muchas otras.
Las frutas en almíbar o conservas atraviesan por un proceso que altera su naturalidad al agregar azúcares y jarabes, por lo que no son consideradas como un ejemplo de producto natural.
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- Cereales
La avena, el centeno, el arroz y la quinoa son ejemplos de productos de origen natural. Con su consumo aporta hidratos de carbono de calidad, indispensables para la adquisición de energía en las células.
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- Leguminosas
Los frijoles, alubias, lentejas, garbanzos y chícharos son algunos ejemplos de productos naturales con rico aporte de proteína, carbohidratos y fibra. Su consumo puede resultar esencial para el mantenimiento de una dieta equilibrada.
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- Semillas
Las semillas poseen ácidos grasos esenciales para el cuerpo, además de minerales como hierro, zinc y magnesio. Las nueces, almendras y semillas de girasol son una muestra de ello.
Productos naturales de origen animal
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- Pescado
El pescado es un ejemplo de producto natural con altas concentraciones de ácidos grasos omega 3, que ayudan al funcionamiento del cerebro y la metabolización de grasas. Procura comerlo fresco en lugar de alguna de sus versiones enlatadas.
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- Carne
Las carnes rojas son conocidas por su alto valor biológico y sus concentraciones de proteína. Sin embargo, los expertos recomiendan consumirlas con moderación para la prevención de enfermedades cardiacas.
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- Aves
El pollo también es una fuente rica de proteínas y un ejemplo de producto natural que puede ser alterado con químicos y organismos genéticamente modificados. Verifica su origen y si cuenta con algún sello que respalde su naturalidad.
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- Lácteos y huevo
Los lácteos y el huevo contienen proteínas, vitaminas y minerales en importantes proporciones. Sin embargo, los huevos naturales y libres de pastoreo, como los de La Pollita Feliz, cooperativa de Selvas y Solares, garantizan una calidad mayor de sus nutrientes.
Incluye cualquiera de estos alimentos en tu lista de compras para asegurar una vida saludable. Algunos de los ejemplos de productos naturales mencionados son producidos por organizaciones comunitarias mexicanas a precios accesibles y bajo estándares de calidad y sostenibilidad comprobados.
El balance lo construyes todos los días desde la compra de alimentos que llevas a tu mesa. Si te interesa mejorar tus hábitos, visita nuestra web y empieza ese cambio en tu dieta diaria.